sábado, 19 de noviembre de 2011

El final de mi vida

(final) 
Ya paso un año... y yo deje mi licenciatura hace dos meses. Mi sexto,

séptimo y octavo trimestres los termine en Internet. Ya no pude empezar

el noveno. La renta del Internet y el pago de la luz empezó a subir de

precio. Mi mamá no consiguió trabajo en nueve meses. Y yo me dedique a

estudiar y trabajar como asistente de un empresario. La verdad no

ganaba mucho, pero era suficiente para pagar los servicios de mi casa

y la comida. No había para más.  Mi madre se estaba enfermando de

tristeza y soledad. Ella se sentía cansada de ya no hacer nada. Yo le

daba ánimos diciéndole que esto acabaría, que saldríamos de esta

crisis y que mi padre estaría muy contento. Pero ella ya no confiaba

en que esto pasaría. Cuándo aumento el precio de la luz y la renta del 
 
Internet, dejé de usar la computadora. Mi viejita ya necesitaba la

medicina, entonces la decisión era: mi madre o mis estudios. La mejor

decisión fue mi mamá. Ella estuvo en desacuerdo, pues, hubiera querido 
 
que yo siguiera estudiando. Un mes después de que deje la escuela me corrieron 
 
del trabajo. No tenía dinero para los medicamentos. Mi mamá cada día se ponía peor. 
 
Mi desesperación, mi tristeza y desilusión era mucha. Ya no podía más. Me sentí 
 
derrotada de fallarles a mis padres. Sentía que aunque mi padre no estuviera, 
 
lo había defraudado. Hace dos días, se me acabo la vida. Mi viejita se fue. No pudo

soportar esta crisis. No pudo aguantar la depresión ni la desesperación de no 
 
estar activa. Se canso de vivir. Pero pienso que fue egoísta. 
 
¿Porqué dejarme ahora que más la necesito?

No tengo nada ni a nadie. La depresión me derrotó. Miro lo que es un

"hogar" y me desvanezco. La tina se está llenando. Tomare un baño. Me

quedo mucho tiempo en el agua pensando y recordando muchas cosas.

Algunas tristes y otras realmente felices. Pero sé que ya no las

volveré a vivir. Miro la tenaza del cabello que esta conectada. Y

pienso algo que en mi vida había pensado. Y creo será la solución de

olvidarme de todo y dejar de sentir. Tomo la tenaza y pienso un

instante en que mis padres no me entenderían pero yo tampoco entiendo

la situación de México. Voy a soltar la tenaza hacia el agua...

domingo, 13 de noviembre de 2011

El entusiasmo se fue

(final)
Terminé mi quinto trimestre. Para empezar el sexto será diferente: modalidad a distancia, ya existía pero solo para quienes quisieran. Ya no, ahora, todos debemos tomar las clases desde una computadora e Internet. No me gusta la idea, pero si quiero terminar tendré que hacerlo.

Hace un mes, había escuchado que habría nuevas máquinas para la agricultura. A los campesinos y a la gente que trabajaba la tierra, los habían despojado de esta para que las cosechas fueran procesadas. Lo que el Gobierno llamó apoyo, para toda esa gente era un insulto. El gobernador les dio como “apoyo” un pago mensual por el retiro de sus tierras, pero era una miseria. Yo no sabia que esto también les paso a mis tíos, donde mis papás trabajaban. Mis padres no me dijeron para no preocuparme, sin embargo, ellos trabajan tejiendo, al no tener ya nada para cosechar. Ese trabajo no les dejaba mucho dinero, era por temporadas, y fue por eso que mi padre murió; no había dinero para las medicinas.

Estoy en Michoacán. Mi papá falleció hace dos días. Mi madre no quiso avisarme que desde hace dos meses mi padre se enfermó. No saben que era lo que tenia. Estoy triste. Mi mamá ya no sabe que hacer, parece derrotada. La pérdida de mi papá fue muy triste, él tenía mucho que vivir, debía verme graduar. Y darse cuenta que yo los sacaría de esta crisis. Ya no está. Nos quedamos solas y sin dinero.

Mi viejita y yo nos regresamos a la Ciudad. Me la llevo por que ya no tiene nada que hacer aquí sola. Ésta zona rural es pura maquinaria. Hay tejedoras enormes que hacen el trabajo que mi mamá hacía. Toda la gente empieza a irse. Creemos que las zonas rurales ya no serán las mismas de antes. Hoy, empiezan a ser industriales.
Pero en la Ciudad tampoco es bonito. Las gasolineras ya cerraron; las leyes acerca de los modelos viejos, y los autos nuevos ya entraron en vigor. Como transporte público solo queda el metro. Los camiones, combis y microbuses se terminaron. Esta el metrobús y camiones eléctricos mas costosos que solo tienen determinados puntos de parada y horas.

Los rastros fueron cerrados. La carne se maneja industrialmente, quizá más sana pero más cara.  Mercados, carnicerías y pollerias ya no existen. Solo están los supermercados y las automatic shop, que son las maquinas que pusieron en reemplazo a las tiendas.

Siento que ya no tengo entusiasmo para seguir. Y si estoy aquí es solo por que quiero vivir para mí mamá. Ya no veo ningún futuro.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Energía solar, nueva tecnología

(final)
Los autos de unos comerciales que hace 4 meses les mencioné, ya salieron a la venta. Se les llama autos tríbridos.

Un tríbrido es un vehículo de tercera generación de propulsión alternativa, que combina propulsión híbrida con energía renovable obtenida a través de paneles solares, velas o molinos.

Increíble ¿no? Aunque se escuche novedoso y muy padre, no es así. A causa de esta nueva tecnología, el Gobierno ha decidido cerrar varias gasolineras, y este acto dejará a muchas personas sin empleo. Según la explicación del presidente fue que, el petróleo no será para siempre. Un día tendrá que acabarse. Quizá suene un poco exagerado e ilógico pero tienen planeado únicamente exportar el petróleo a E.U. Y los americanos por su lado, no aceptaron la propuesta de estos automóviles. Ellos si están consientes que dejaran a muchas personas sin empleo, además de que el petróleo es un buen negocio para ellos. ¿Quién diría que Estados Unidos tendría ahorita menos tecnología que México?

Dije que no se cerrarían todas las gasolineras en nuestro país. Hay unas nuevas leyes. Una  menciona que toda persona que tenga carros de modelo menor al 2002 ya no podrán circular, y que únicamente tienen 4 meses para que esta ley se ponga en vigor.   
Los dueños de automóviles de modelo 2003 en adelante podrán circular libremente, siempre y cuando paguen un impuesto mayor al que ahora pagan. Y los que se hagan propietarios de los tríbridos no pagaran ningún impuesto, no se les cobrara estacionamiento y mucho menos existirá para ellos el hoy no circula.

En este momento esta ley se me hace muy injusta, pues no sabemos cuál es el costo de este vehículo. ¿Qué pasara con los taxistas, con las personas que tienen un auto viejo, y no pueden cambiarlo a falta de dinero? Esta pregunta llega a mi mente a cada momento. Podría decir que en particular a mi no afecta porque no tenemos automóvil, pero quizás a mis papás les vaya peor. Pues las cosechas que ellos hacen se transportan a la ciudad, esto podría incrementar los precios de las cosechas si se debe cambiar de transporte.

Bueno, ahora, yo estoy a un pie de entrar a quinto trimestre. Me da gusto darme cuenta que aún puedo seguir estudiando, aunque cada día se vea mas difícil que pueda terminar y recibirme. No quiero rendirme, quiero que mis papás estén orgullosos de mí. Y yo pueda sacarlos adelante.

Mis papás aún se encuentran en Michoacán. Trabajan duro, y aún así les cuesta salir adelante. La semana pasada fue la última vez que hablé con mamá. Me comentó que empezara un nuevo trabajo. Compró hilos, estambres y todo material para tejer y poder hacer cosas para vender. Me dijo que junto con mi tía se irá a los mercados a vender sus trabajos. Dice que todavía hay gente que compra eso. Hay muchos turistas que buscan artesanía. Ella cree que ayudara mucho económicamente. Y me da gusto ver su entusiasmo, porque sé que mi papá lo ha perdido.






lunes, 31 de octubre de 2011

Injusticia


(final)
Hace dos días dejé mi trabajo.  Me dijeron que me pagarían, pero ese dinero nunca llegó.
Después de una semana de los rumores acerca de cerrar las tiendas éstos dejaron de serlo, para convertirse en realidad. El Gobierno empezó a cerrar pequeños establecimientos. En los lugares donde estaban las tiendas, pusieron maquinas de servicio, como las que ya existen (de papas, galletas, refresco, dulces.) pero estas no solo tenían estos productos. También contaban con leche, pan, productos enlatados, papel higiénico, aceite, etcétera. Las maquinas eran las nuevas tiendas, aunque los precios no incrementaron.
Las verdulerías o recaudarías fueron cerradas. Solo se comprarían los vegetales y las frutas en los supermercados.
Las tiendas de autoservicio como lo son: WalMart, Superama, Costco y Sam´s ya no tienen cajeros que te cobren. Ahora, el consumidor después de elegir su mercancía, pasa por un verificador los productos, les dice la cantidad a pagar, y depositan el dinero. Ellos solos se cobran. Pero al salir hay un guardia que verifica que no te robes las cosas. En supermercados nacionales, aun no existe esta modalidad, entonces tienen aun mano de obra. Pero sé sabe que próximamente les llegara esta tecnología.

Mis padres por su lado, se fueron a Michoacán a buscar trabajo. Sé quedan con unos tíos a vivir, y ellos trabajan en la agricultura. Siembran jitomate, zanahoria y calabaza. Ganan muy poco pero ahorita les está alcanzando para sobrevivir. A mí me mandan unos centavos para apoyarme.
En la escuela ya somos pocos los que estudiamos. Varios compañeros ya dejaron de estudiar para apoyar a sus padres. Pero ellos están concientes de que les queda muy poco tiempo para trabajar, porque están de cerillos en los supermercados.
Y cada día las cosas son más difíciles. Por justas razones mis padres no son lo únicos que cambiaron de residencia. Muchos de mis compañeros también viven lejos de su familia. Sus padres buscan trabajo fuera de la ciudad.
Ya casi es diciembre y la ciudad se encuentra sola y pobre. Ya no se ve gente en la calle. Los puestos que se ponían para vender las cosas navideñas ya no están.
No hay dinero para darnos el lujo de adquirir esos lujos, que ahora ya no están al alcance.
Justo cuando me iba a dormir la noche de ayer, ví un comercial de autos nuevos pero ¿a quien se le ocurrirá comprar un auto en esta época tan difícil?
Aún no se de que se tratan estos automóviles. Pues dicen que algo nuevo nos invadirá. Y a mi sentir será algo malo, que deje peor al país.


  



  

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Hasta dónde llegaremos?

(final)
Llevo medio mes trabajando, y aún no me pagan. Mi sueldo será de 2000 pesos, y ahora me deben mil que no me han pagado. Dice mi supervisor que mi pago tardará alrededor de diez días pero no suena tan mal porque entonces me podrán pagar mi sueldo completo.  Mi escuela ya está invadída por esa máquina que mi mama vio en la fábrica: trapeador. La gente de intendencia ya no va. Ahora, solo hay dos personas a cargo de la limpieza. Una se dedica a trasladar las máquinas, y otra a mover unos grandes contenedores de basura, donde la basura que echamos es separada por orgánica e inorgánica, y es triturada automáticamente. En cuanto a mi desempeño académico me eh esforzado mucho para salir adelante. Creo que lo estoy logrando aunque estoy más cansada. Mi padre ya no tiene trabajo. Lo corrieron y le dieron un finiquito muy deprimente que solo nos alcanzó para 5 días.Mucha gente ha emigrado de la ciudad. Algunos se van a provincia, otros tratan de huír a Estados Unidos. Pero esta situación también es difícil, puesto que el Gobierno mexicano esta denegando muchos pasaportes. Mis padres están pensando irse a Michoacán, para así dedicarse a la agricultura. Algo que aún ellos podrán hacer. Mi destino esta planeado para quedarme a terminar mis estudios, mientras que mis papás me manden un poco de dinero, y yo seguir trabajando.La economía en México esta muy mal. Por lo menos para las familias donde hay obreros. Los empresarios aunque desembolsaron o invirtieron mucho, recuperaran su dinero. Pero nosotros no. Y parece que al Gobierno esto no le importa. Hay rumores que hablan de que la inseguridad esta tan mal, que han decidido quitar las tiendas o abarroteras. Según el presidente para evitar el riesgo de asalto o robo a la gente que las trabaja. Pero los oxxos o 7eleven aun permanecerán. ¡Eso ya es mucho! Y aunque sea un rumor, es preocupante.

domingo, 16 de octubre de 2011

Estudio vs Trabajo

(final)
Ayer, después de dos meses más de preocupaciones tuve que tomar una decisión: buscar trabajo. Lo busqué en muchos lugares y de todo tipo. Encontré un call center, pero cuando me entrevistaron me dijeron que ese trabajo ya no duraría mucho.
Hoy entre a trabajar; mi puesto es asesor telefónico. El trabajo que tengo que realizar es muy sencillo pero aún así me quita mucho tiempo. Tendré muy poco tiempo para estudiar y realizar mis tareas. Pero no quiero dejar la escuela, es mi último recurso para sobrevivir en unos años.

Mi madre acaba de perder el trabajo por completo. Cuando se entero llegó llorando a casa a contarnos cosas deprimentes. Nos contó que hoy al pasar por su pago final pudo ver una máquinas muy pequeña que se movían de lado a lado rápidamente. Ella tan ignorante preguntó: ¿Qué es eso? –un pequeño trapeador. En 5 minutos puede limpiar todo el piso.- le contestaron. Ahí fue cuando se dío cuenta el porque sus amigas de intendencia también se habían ido. Y mi mamá aun tenía la esperanza de cambiarse al turno de sus amigas porque creyó que la gente de intendencia duraría para siempre.

Mi papá se la ha pasado muy cansado. Trabaja en la fábrica y gana una miseria. Ahora la actividad que solo realiza es conectar y cablear el nuevo equipo de trabajo que llegó, pero dice que el pedido está por concluír.  
Por las noches sale a trabajar en el taxi de su amigo. Pero no hay trabajo; nadie sale, nadie paga taxis.

La “ventaja” que nosotros tenemos es mi casa. Es una propiedad nuestra, no tenemos que pagar renta. Pagamos únicamente los servicios que utilizamos, y que para un mañana ya no podremos pagar. Mi mamá pide que un día nos bañemos con agua fría, o incluso que no nos bañemos. Para así pagar lo menos posible de gas y agua.

La ciudad está vuelta loca. Ya no se ven barrenderos; solo grandes máquinas por las calles limpiando, aunque esto podría no ser tan malo. Pues la ciudad ha permanecido más limpia.
Las casetas de las carreteras ya no tienen personal. En un cajero pagas tu boleto, como en algunos centros comerciales donde ya existen.
El mercado de mi casa lo quieren quitar para construír una fábrica  más. ¿Qué no les basta con las que ya hay? Según tengo entendido que las empresas sirven también para generar empleos pero en este caso es lo contrario.

Ha esperar quedarnos en la ruina…


domingo, 9 de octubre de 2011

Un pan en casa

 (final)
El tiempo está pasando. Ya son dos meses desde que todo esto comenzó. La maquinaria pasa poco a poco a las fábricas y empresas; entran camiones uno tras otro, y los empleados cada vez más preocupados porque ya será su final. Aunque de algunos ya lo fué.
Las empresas requieren de menos personal. Incluso ya mis padres son de los últimos solo por su antigüedad; tenían más de 15 años de servicio.
Mi madre duerme menos. Está lavando y planchando ropa ajena porque el sueldo ha bajado. Sus jornadas de trabajo son intermitentes es decir: asisten en días aislados. Así que mi padre esta pensando en cambiar de oficio.
Por otra parte, en mi universidad las cosas están mal. Muchos de mis compañeros tienen el mismo problema, unos están dejando la escuela. Otros trabajan medio tiempo, y su rendimiento escolar es escaso. Y unos más como yo queremos seguir luchando para poder alcanzar lo que queremos.
Una amiga y yo, hemos buscado algún trabajo sencillo que no nos quite tanta atención para seguir en la escuela, pero ya no hay. Los trabajos sencillos y que aún el humano podrá elaborar están muy demandados y por supuesto mal pagados.
En mi casa desde este par de meses no ha faltado el pan gracias a mis papás. Pero la tensión aumenta; cada día es más preocupante la situación. Es desesperante no saber si cuando llegue de la escuela haya un plato de comida que nos satisfaga a los tres.
Antes yo no tenía que preocuparme por nada. Ahora, tengo que caminar un poco para ahorrarme unos pasajes. Mis piernas me duelen, y me siento cansada.
Tengo unos tíos que ya fueron despedidos de su trabajo porque la maquinaria ya no necesita apoyo humano. Ellos fueron al Palacio Nacional para intentar poner una queja o exigir una ayuda en lo que encuentran un trabajo, y ésta les fue negada. Lo que el Gobierno les dijo fue: “Personas con licenciaturas serán las únicas que podrán encontrar un empleo, y mientras estas personas no lo encuentren serán apoyadas. Pero gente sin estudios tendrán que arreglárselas por su lado.”
Tengo la esperanza de que el Gobierno podrá pensar mejor las cosas, y no convertir a México en una ciudad mecánica como China.


jueves, 29 de septiembre de 2011

¿Un México Chino?

(final)
Mi nombre es Renata. Estudio en la universidad. Tengo un nivel socioeconómico bajo. Mis padres son obreros, y  sé caracterizan por ser muy trabajadores y responsables. Por lo cual, nos hemos ganado la vida y yo he podido seguir estudiando.
En algún momento pensé que la tecnología era muy buena. Tengo un celular económico que me permite comunicarme con mis padres, y que ellos estén al pendiente de mí. Cuento también con una computadora la cual me sirve para realizar mis tareas y los trabajos que debo entregar. Esto lo pensé desde hace algunos años. Pero hoy, es diferente.

El Gobierno de México ha decidido incrementar el uso de la tecnología. No solo con celulares más novedosos, ni computadoras más útiles, de hecho tampoco con automóviles más rápidos. El avance tecnológico que el Gobierno quiere introducir son maquinarias más nuevas y útiles para las empresas; para realizar el trabajo aun más fácil y rápido. ¡La tecnología nos está invadiendo!

¿Acaso el Gobierno no se da cuenta que con estos proyectos dejaran a más gente sin empleo? Entiendo que para los empresarios es fácil y de alguna forma económico. Pues ya no habrá muchos sueldos que pagar.
Pero jamás imaginaron a cuantas familias van a perjudicar. Y entre esas está la mía.

Me siento triste. Pasan mil cosas por mi mente pero lo primero es "¿Qué vamos hacer? ¿De qué vamos a vivir?". Ahora ya habrá maquinaria que pueda remplazar el trabajo de mis padres. Pero eso no es lo peor. Ellos no tienen estudios más allá de la secundaria. En otro trabajo no podrán ser aceptados.
Me invade la tristeza. Pues yo se que debo seguir estudiando para poder encontrar un trabajo con mí licenciatura, pero no se sí más adelante la tecnología este aún más avanzada.
Por otro lado, sí mis padres quedaran sin trabajo yo tendría que ayudarlos a trabajar. Pero a estas alturas me será muy difícil continuar con mis estudios y un trabajo.

Me da coraje mirar a mi padre afligido. Él ya no es una persona joven. Tiene 45 años. Mi madre está triste, piensa que llegara el momento en el que tendrá que lavar o hacer cosas ajenas. Eso a mí me duele. Quisiera ayudarlos. Darles ánimos, pues después de todo, ellos siempre me han apoyado y yo debo hacerlo.