lunes, 31 de octubre de 2011

Injusticia


(final)
Hace dos días dejé mi trabajo.  Me dijeron que me pagarían, pero ese dinero nunca llegó.
Después de una semana de los rumores acerca de cerrar las tiendas éstos dejaron de serlo, para convertirse en realidad. El Gobierno empezó a cerrar pequeños establecimientos. En los lugares donde estaban las tiendas, pusieron maquinas de servicio, como las que ya existen (de papas, galletas, refresco, dulces.) pero estas no solo tenían estos productos. También contaban con leche, pan, productos enlatados, papel higiénico, aceite, etcétera. Las maquinas eran las nuevas tiendas, aunque los precios no incrementaron.
Las verdulerías o recaudarías fueron cerradas. Solo se comprarían los vegetales y las frutas en los supermercados.
Las tiendas de autoservicio como lo son: WalMart, Superama, Costco y Sam´s ya no tienen cajeros que te cobren. Ahora, el consumidor después de elegir su mercancía, pasa por un verificador los productos, les dice la cantidad a pagar, y depositan el dinero. Ellos solos se cobran. Pero al salir hay un guardia que verifica que no te robes las cosas. En supermercados nacionales, aun no existe esta modalidad, entonces tienen aun mano de obra. Pero sé sabe que próximamente les llegara esta tecnología.

Mis padres por su lado, se fueron a Michoacán a buscar trabajo. Sé quedan con unos tíos a vivir, y ellos trabajan en la agricultura. Siembran jitomate, zanahoria y calabaza. Ganan muy poco pero ahorita les está alcanzando para sobrevivir. A mí me mandan unos centavos para apoyarme.
En la escuela ya somos pocos los que estudiamos. Varios compañeros ya dejaron de estudiar para apoyar a sus padres. Pero ellos están concientes de que les queda muy poco tiempo para trabajar, porque están de cerillos en los supermercados.
Y cada día las cosas son más difíciles. Por justas razones mis padres no son lo únicos que cambiaron de residencia. Muchos de mis compañeros también viven lejos de su familia. Sus padres buscan trabajo fuera de la ciudad.
Ya casi es diciembre y la ciudad se encuentra sola y pobre. Ya no se ve gente en la calle. Los puestos que se ponían para vender las cosas navideñas ya no están.
No hay dinero para darnos el lujo de adquirir esos lujos, que ahora ya no están al alcance.
Justo cuando me iba a dormir la noche de ayer, ví un comercial de autos nuevos pero ¿a quien se le ocurrirá comprar un auto en esta época tan difícil?
Aún no se de que se tratan estos automóviles. Pues dicen que algo nuevo nos invadirá. Y a mi sentir será algo malo, que deje peor al país.


  



  

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Hasta dónde llegaremos?

(final)
Llevo medio mes trabajando, y aún no me pagan. Mi sueldo será de 2000 pesos, y ahora me deben mil que no me han pagado. Dice mi supervisor que mi pago tardará alrededor de diez días pero no suena tan mal porque entonces me podrán pagar mi sueldo completo.  Mi escuela ya está invadída por esa máquina que mi mama vio en la fábrica: trapeador. La gente de intendencia ya no va. Ahora, solo hay dos personas a cargo de la limpieza. Una se dedica a trasladar las máquinas, y otra a mover unos grandes contenedores de basura, donde la basura que echamos es separada por orgánica e inorgánica, y es triturada automáticamente. En cuanto a mi desempeño académico me eh esforzado mucho para salir adelante. Creo que lo estoy logrando aunque estoy más cansada. Mi padre ya no tiene trabajo. Lo corrieron y le dieron un finiquito muy deprimente que solo nos alcanzó para 5 días.Mucha gente ha emigrado de la ciudad. Algunos se van a provincia, otros tratan de huír a Estados Unidos. Pero esta situación también es difícil, puesto que el Gobierno mexicano esta denegando muchos pasaportes. Mis padres están pensando irse a Michoacán, para así dedicarse a la agricultura. Algo que aún ellos podrán hacer. Mi destino esta planeado para quedarme a terminar mis estudios, mientras que mis papás me manden un poco de dinero, y yo seguir trabajando.La economía en México esta muy mal. Por lo menos para las familias donde hay obreros. Los empresarios aunque desembolsaron o invirtieron mucho, recuperaran su dinero. Pero nosotros no. Y parece que al Gobierno esto no le importa. Hay rumores que hablan de que la inseguridad esta tan mal, que han decidido quitar las tiendas o abarroteras. Según el presidente para evitar el riesgo de asalto o robo a la gente que las trabaja. Pero los oxxos o 7eleven aun permanecerán. ¡Eso ya es mucho! Y aunque sea un rumor, es preocupante.

domingo, 16 de octubre de 2011

Estudio vs Trabajo

(final)
Ayer, después de dos meses más de preocupaciones tuve que tomar una decisión: buscar trabajo. Lo busqué en muchos lugares y de todo tipo. Encontré un call center, pero cuando me entrevistaron me dijeron que ese trabajo ya no duraría mucho.
Hoy entre a trabajar; mi puesto es asesor telefónico. El trabajo que tengo que realizar es muy sencillo pero aún así me quita mucho tiempo. Tendré muy poco tiempo para estudiar y realizar mis tareas. Pero no quiero dejar la escuela, es mi último recurso para sobrevivir en unos años.

Mi madre acaba de perder el trabajo por completo. Cuando se entero llegó llorando a casa a contarnos cosas deprimentes. Nos contó que hoy al pasar por su pago final pudo ver una máquinas muy pequeña que se movían de lado a lado rápidamente. Ella tan ignorante preguntó: ¿Qué es eso? –un pequeño trapeador. En 5 minutos puede limpiar todo el piso.- le contestaron. Ahí fue cuando se dío cuenta el porque sus amigas de intendencia también se habían ido. Y mi mamá aun tenía la esperanza de cambiarse al turno de sus amigas porque creyó que la gente de intendencia duraría para siempre.

Mi papá se la ha pasado muy cansado. Trabaja en la fábrica y gana una miseria. Ahora la actividad que solo realiza es conectar y cablear el nuevo equipo de trabajo que llegó, pero dice que el pedido está por concluír.  
Por las noches sale a trabajar en el taxi de su amigo. Pero no hay trabajo; nadie sale, nadie paga taxis.

La “ventaja” que nosotros tenemos es mi casa. Es una propiedad nuestra, no tenemos que pagar renta. Pagamos únicamente los servicios que utilizamos, y que para un mañana ya no podremos pagar. Mi mamá pide que un día nos bañemos con agua fría, o incluso que no nos bañemos. Para así pagar lo menos posible de gas y agua.

La ciudad está vuelta loca. Ya no se ven barrenderos; solo grandes máquinas por las calles limpiando, aunque esto podría no ser tan malo. Pues la ciudad ha permanecido más limpia.
Las casetas de las carreteras ya no tienen personal. En un cajero pagas tu boleto, como en algunos centros comerciales donde ya existen.
El mercado de mi casa lo quieren quitar para construír una fábrica  más. ¿Qué no les basta con las que ya hay? Según tengo entendido que las empresas sirven también para generar empleos pero en este caso es lo contrario.

Ha esperar quedarnos en la ruina…


domingo, 9 de octubre de 2011

Un pan en casa

 (final)
El tiempo está pasando. Ya son dos meses desde que todo esto comenzó. La maquinaria pasa poco a poco a las fábricas y empresas; entran camiones uno tras otro, y los empleados cada vez más preocupados porque ya será su final. Aunque de algunos ya lo fué.
Las empresas requieren de menos personal. Incluso ya mis padres son de los últimos solo por su antigüedad; tenían más de 15 años de servicio.
Mi madre duerme menos. Está lavando y planchando ropa ajena porque el sueldo ha bajado. Sus jornadas de trabajo son intermitentes es decir: asisten en días aislados. Así que mi padre esta pensando en cambiar de oficio.
Por otra parte, en mi universidad las cosas están mal. Muchos de mis compañeros tienen el mismo problema, unos están dejando la escuela. Otros trabajan medio tiempo, y su rendimiento escolar es escaso. Y unos más como yo queremos seguir luchando para poder alcanzar lo que queremos.
Una amiga y yo, hemos buscado algún trabajo sencillo que no nos quite tanta atención para seguir en la escuela, pero ya no hay. Los trabajos sencillos y que aún el humano podrá elaborar están muy demandados y por supuesto mal pagados.
En mi casa desde este par de meses no ha faltado el pan gracias a mis papás. Pero la tensión aumenta; cada día es más preocupante la situación. Es desesperante no saber si cuando llegue de la escuela haya un plato de comida que nos satisfaga a los tres.
Antes yo no tenía que preocuparme por nada. Ahora, tengo que caminar un poco para ahorrarme unos pasajes. Mis piernas me duelen, y me siento cansada.
Tengo unos tíos que ya fueron despedidos de su trabajo porque la maquinaria ya no necesita apoyo humano. Ellos fueron al Palacio Nacional para intentar poner una queja o exigir una ayuda en lo que encuentran un trabajo, y ésta les fue negada. Lo que el Gobierno les dijo fue: “Personas con licenciaturas serán las únicas que podrán encontrar un empleo, y mientras estas personas no lo encuentren serán apoyadas. Pero gente sin estudios tendrán que arreglárselas por su lado.”
Tengo la esperanza de que el Gobierno podrá pensar mejor las cosas, y no convertir a México en una ciudad mecánica como China.