domingo, 13 de noviembre de 2011

El entusiasmo se fue

(final)
Terminé mi quinto trimestre. Para empezar el sexto será diferente: modalidad a distancia, ya existía pero solo para quienes quisieran. Ya no, ahora, todos debemos tomar las clases desde una computadora e Internet. No me gusta la idea, pero si quiero terminar tendré que hacerlo.

Hace un mes, había escuchado que habría nuevas máquinas para la agricultura. A los campesinos y a la gente que trabajaba la tierra, los habían despojado de esta para que las cosechas fueran procesadas. Lo que el Gobierno llamó apoyo, para toda esa gente era un insulto. El gobernador les dio como “apoyo” un pago mensual por el retiro de sus tierras, pero era una miseria. Yo no sabia que esto también les paso a mis tíos, donde mis papás trabajaban. Mis padres no me dijeron para no preocuparme, sin embargo, ellos trabajan tejiendo, al no tener ya nada para cosechar. Ese trabajo no les dejaba mucho dinero, era por temporadas, y fue por eso que mi padre murió; no había dinero para las medicinas.

Estoy en Michoacán. Mi papá falleció hace dos días. Mi madre no quiso avisarme que desde hace dos meses mi padre se enfermó. No saben que era lo que tenia. Estoy triste. Mi mamá ya no sabe que hacer, parece derrotada. La pérdida de mi papá fue muy triste, él tenía mucho que vivir, debía verme graduar. Y darse cuenta que yo los sacaría de esta crisis. Ya no está. Nos quedamos solas y sin dinero.

Mi viejita y yo nos regresamos a la Ciudad. Me la llevo por que ya no tiene nada que hacer aquí sola. Ésta zona rural es pura maquinaria. Hay tejedoras enormes que hacen el trabajo que mi mamá hacía. Toda la gente empieza a irse. Creemos que las zonas rurales ya no serán las mismas de antes. Hoy, empiezan a ser industriales.
Pero en la Ciudad tampoco es bonito. Las gasolineras ya cerraron; las leyes acerca de los modelos viejos, y los autos nuevos ya entraron en vigor. Como transporte público solo queda el metro. Los camiones, combis y microbuses se terminaron. Esta el metrobús y camiones eléctricos mas costosos que solo tienen determinados puntos de parada y horas.

Los rastros fueron cerrados. La carne se maneja industrialmente, quizá más sana pero más cara.  Mercados, carnicerías y pollerias ya no existen. Solo están los supermercados y las automatic shop, que son las maquinas que pusieron en reemplazo a las tiendas.

Siento que ya no tengo entusiasmo para seguir. Y si estoy aquí es solo por que quiero vivir para mí mamá. Ya no veo ningún futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario